Si estás buscando un destino que combine historia, arquitectura, naturaleza, buena gastronomía y un ambiente acogedor, Miranda de Ebro es tu lugar. Ubicada en un enclave estratégico entre La Rioja, el País Vasco y Castilla y León, esta ciudad burgalesa es ideal para una escapada de un día… aunque, cuidado: ¡te atrapará!
A continuación, te proponemos una ruta perfecta para descubrir Miranda de Ebro en un solo día, disfrutando de su riqueza patrimonial y gastronómica, y terminando con el merecido descanso en un alojamiento de primera.
Un día en Miranda de Ebro
10:00 – Paseo por el casco histórico y el Castillo de Miranda
Comienza tu visita en el cerro de La Picota, donde se alzan las ruinas del Castillo de Miranda, construido en el siglo XIV. Desde aquí disfrutarás de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, con el río Ebro cruzándola y dividiendo sus dos barrios históricos: Aquende y Allende.
Baja hacia el Puente de Carlos III, uno de los iconos de Miranda. Su historia se remonta al siglo XVIII, aunque ya existía un puente medieval desde el siglo XII. Cruza el puente y piérdete entre las calles empedradas y plazas con sabor medieval.
11:30 – Ruta monumental por Miranda
Continúa por el barrio de Aquende y visita:
La Iglesia del Espíritu Santo, joya románica del siglo XIII.
La imponente Casa de las Cadenas, con su elegante fachada renacentista.
El Ayuntamiento, en la Plaza de España, ejemplo de arquitectura neoclásica del siglo XVIII.
La Casa de los Urbina, hoy Casa Parroquial, que recuerda el pasado noble de la ciudad.
El Teatro Apolo, referencia cultural y arquitectónica del siglo XX.
¿Te gusta la historia? Entonces no te pierdas la Estación de Ferrocarril, diseñada por el ingeniero inglés Charles Vignoles, ni la Casa de Don Lope, próxima sede del museo comarcal y del archivo.
13:00 – Tapas y mercado local
Es hora de saborear Miranda. Acércate a la Plaza de Abastos, donde podrás encontrar productos locales frescos y, si es jueves, disfrutar del ambiente de la Ruta del Pincho Pote.
Recomendamos probar:
La morcilla mirandesa, con su variedad local llamada delgadilla.
El gosúa, un delicioso postre a base de nata, crema y caramelo.
Los vinos con DO Rioja, únicos en tierras burgalesas.
15:00 – Naturaleza y relax junto al Ebro
Tras la comida, disfruta de un paseo relajado por el Parque Antonio Machado, auténtico pulmón verde de la ciudad. Su kiosco, sus jardines y sus caminos sombreados lo convierten en el lugar perfecto para bajar el ritmo tras una mañana intensa.
También puedes caminar junto al río Ebro, cruzando de nuevo por el puente hacia la zona de Allende. Aquí encontrarás rincones tranquilos y perspectivas únicas del centro histórico.
17:00 – Escapada opcional: Santa Gadea del Cid o Condado de Treviño
¿Aún con energía? A muy pocos kilómetros tienes dos escapadas culturales perfectas:
Santa Gadea del Cid, con su recinto amurallado, casas medievales y castillo.
El Condado de Treviño, con paisajes que combinan la belleza de los Montes de Vitoria y la Sierra de Cantabria, y joyas románicas como la Ermita de la Purísima Concepción.
20:00 – Cena con encanto en Miranda
De vuelta en la ciudad, te espera una cena en alguno de sus acogedores restaurantes. Puedes optar por cocina tradicional, tapas o propuestas innovadoras de chefs jóvenes que han renovado la escena gastronómica local. ¿Un vino blanco de chacolí mirandés para brindar? ¡Por supuesto!
22:00 – Y para terminar el día… Hotel Tudanca Miranda
Después de un día completo de historia, paseos, monumentos y buena comida, no hay nada mejor que descansar como te mereces en el Hotel Tudanca Miranda. Situado en un punto estratégico y con todos los servicios que necesitas, es el lugar ideal para reponer energías y cerrar esta experiencia redonda.
Reserva tu habitación en el Hotel Tudanca Miranda y transforma tu escapada en un recuerdo perfecto. Porque después de descubrir Miranda de Ebro, te lo has ganado.